lunes, 10 de diciembre de 2012

Propuestas navideñas (01): Comedia yankee

Se acercan las navidades, y como cualquier hijo de vecino cierto escalofrío recorre la nuca ante la obligación de incluir a la familia en nuestras vidas. Bueno, a nuestra familia, a la de los primos, los cuñados, los suegros y consuegros... el sentido menos íntimo del significado familia. Los televisores son la herramienta perfecta de las post-sobremesa. La barriga bien llena y la cercanía de una cena, se espera ligera, y la luz del atardecer embadurna las tazas con el café y los licores aguados. El día muere y las funciones cerebrales en reposo dejan que el estómago utilice toda la sangre del cuerpo para la digestión. Y sí, el televisor, como anunciaba, una herramienta para darle aún menos sentido al tiempo muerte de un día que pierde lógica a medida que desaparece el sol. Los sofás y butacas, ocupados por personas ajenas a sus rutinas, y un habitual hace zapping hasta que el cambio de canal llega a una carrera de motos ensordeciendo la falta de diálogo, o en el peor de los casos a Gracita Morales gritando señorito por enésima vez en una reposición ya no cansina, sino humillante. Pues aquí el Doctor Basura propone una alternativa, películas ligeras, entretenidas, para la masa popular, sin pretensión de análisis, y como no, vinculadas a la Navidad.

S.O.S Ya es Navidad -National Lampoon's Christmas Vacation - (Jeremiah S. Chechik) 1989

Y se hizo la luz... o no.

Chevy Chase hace lo mismo que siempre. Fantástico entonces para quienes nos gusta Chevy Chase. La secuela navideña de la familia Griswold, este vez escrita por el magnífico John Hughes. Enésima parodia de la navidad en familia, pero de gracia y ritmo afinados. Divertida e hilarante, y una excusa perfecta para no recurrir al malcriado Malcaulay Culkin. Las desaventuras de este Goofy de carne y hueso es un remedio perfecto para una sobremesa vespertina en grupo.

1941 (Steven Spielberg) 1979

"Me la tiraré cuando la guerra acabe".

Algo más agotadora que la anterior, el gran fracaso comercial de Spielberg es una comedia coral que recuerda a películas como El Mundo Está Loco, Loco, Loco o Que Vienen Los Rusos. John Belushi, Treat Williams, Dan Aykroyd, John Candy, Ned Beatty, Toshiro Mifune, Christopher Lee, Warren Oates... la lista es infinita. Lástima de esta condición de maldita y de fracaso que acompaña a la película, Contiene algunos de los momentos más hilarantes del cine de Spielberg. Mamporros y tortazos en un slapstick desmesurado con tintes brillantes.

Gremlins (Joe Dante) 1984

Lalalala, lala lala lalala...

Cómo dejarse a los Gremlins. Una de las críticas más feroces al cine y sentimiento navideño, y a su vez paradigma del cine de aventuras enmarcado en un mundo ausente de Santa Claus. Los malvados elfos de Joe Dante hicieron volver la lógica y estupidez del humor de los Looney Tunes de la Warner de lleno en los ochenta. En ese ajuste por retornar todo lo que implica el american way of life de los años 50 radica el genio de Gremlins. Hacer de los elementos de un tiempo (los años 50), la raiz, el sentido, y el fin, del nuevo cine familiar de los ochenta.

Los Fantasmas Atacan al Jefe -Scrooged- (Richard Donner) 1988

Inigualable.

Si empezábamos con Chevy Chase, cerramos el primer capítulo del cine navideño con Bill Murray. Capaz de hacer cualquier película que interprete en cine de autor de su persona, Murray hace de la artesanía de Donner una de las mejores adaptaciones -políticamente incorrectas- del universo dickensiano. Oscura, negra y ante todo inteligente. La violencia de Donner con la violencia del humor de Murray hacen de esta cinta "infantil" todo un tour de force en el sentimiento fílmico de los más pequeños.

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