Llegamos al final del 2012 y con ello también al último artículo del año del Doctor Basura, y justamente el artículo 100 de esta publicación online. Con mucha alegría ha transcurrido este primer período del Doctor Basura, y la ilusión de seguir compartiendo con todos vosotros el cine que más me gusta y la forma que tengo de acercarme a él. Y qué mejor forma de concluir este primer capítulo que con una lista de las 10 mejores, esas listas que tanto disfrutamos aunque reneguemos de ellas. Hay grandes ausencias en la lista que no puede incluir porque los distribuidores nacionales creían más adecuado dejarlas pendientes para el 2013, películas como Tabu (de Miguel Gomes), Historias Do Cinema (con los cortometrajes de Víctor Erice, Manoel de Oliveira, Aki Kaurismäki y Pedro Costa), The Master (de Paul Thomas Anderson), Like Someone In Love (de Abbas Kiarostami), En otro País (de Hong Sang-Soo), y algunas otras que seguro que me dejo. También Django Unchained (de Quentin Tarantino) que se acaba de estrenar en Estados Unidos. Y Las Nieves del Kilimanjaro (de Robert Guédiguian) la cual no tengo excusa por no haberla visto aún. Estoy seguro que el visionado de estas películas cambiaría las escogidas para la lista de mis 10 películas favoritas del año. Por otro lado, dejar en constancia, que dos de los títulos más importantes de la temporada no forman parte de mi lista aunque sí los haya visto, como son Holy Motors (Leos Carax) y Amour (de Michael Haneke). Pues dicho todo ya podemos empezar. El orden no tiene ninguna importancia.
It's Such A Beautiful Day (Don Hertzfeldt)
Los estados mentales de Bill son la excusa que utiliza Don Hertzfeldt para hablar de la condición humana. Identidad, familia, individuo, cosmos... una obra magna de 62 minutos animados 100% a mano y sin ordenadores. Creada prácticamente desde la soledad, It's Such A Beautiful Day, es una de las pequeñas más grandes películas que ha visto el cine en mucho tiempo. Tres cortometrajes recopilados en un largometraje que desde el surrealismo y lo íntimo muestra un mosaico fascinante sobre la existencia de cada uno. Cine artesanía en estado puro, una joya que no puede pasar desapercibida.
Life of Pi (Ang Lee)
Me acerqué a Life of Pi con mucha susceptibilidad, y continué con ella durante gran parte del metraje. Como es habitual en Ang Lee, los últimos 20 minutos son reveladores. A diferencia de muchas opiniones que creen que la película es una metáfora sobre lo religioso, un servidor considera a Ang Lee un cineasta más sofisticado para quedarse en esa primera lectura que proporciona la película. La propuesta crece una vez vista la película, la experiencia 3D (cautivadora) permanece con uno. Una película que sólo puede entenderse desde una butaca de cine y de un único visionado, en un momento de conexión con la pantalla. Una fábula sobre la soledad y la despedida que vamos comprendiendo en su misterio cuanto más la digerimos.
Vous N'avez encore rien vu (Alain Resnais)
La "adaptación" cinematográfica de la dramaturgia de Jean Anouilh que plantea Resnais es uno de sus nuevos divertimentos completos y complejos. El estímulo fílmico es constante, el veterano cineasta es inagotable y su cine no para de emanar saber y frescura en cada cinta. Mucho más discreta que Las Malas Hierbas, pero a su vez más jocosa en sus pretensiones bajas. El texto de Anouilh es exquisito, y el abanico de actores y actrices bajo las ordenes de Resnais son una absoluta maravilla. Una de las experiencias más refrescantes del años, sin duda.
Cosmopolis (David Cronenberg)
Película hermética, críptica, y despojada de una mala leche aparente (que no quiere decir que mala leche no le sobre). Cronenberg se busca y quiere encontrarse en la austeridad de sus extremos, su cine, cada vez más enigmático y magnético, construye desde la narrativa (podría decirse bressoniana) una crítica feroz a la mediocridad del discurso vacuo contemporáneo. A la ausencia de lógica en la lógica, al orden en el caos y a las normas y órdenes que hacen que todo confabule con sentido. Ninguna conclusión, un entresijo de sensaciones sin emoción. El deshumanizar la búsqueda de lo humano es una de las nuevas metas del siglo XXI, nuestros héroes carecen de sentido humano (su mitología es la del vacío).
Ernest & Celestine (Benjamin Renner, Stéphane Aubier, Vicent Patar)
El cuento más enternecedor del año, y la mejor película de animación europea en mucho tiempo (desde Azur y Asmar, diría yo). Una historia de amistad entre una ratoncita y un oso es el único sentido de que exista esta película, pues la amistad entre estos dos personajes entrañables, del cuento de Daniel Pennac, es suficiente para llenar la pantalla de emociones y con ello nuestro ser. No hace falta tener una edad concreta, Ernest & Celestine conmueve desde lo más básico de las personas y lo más sencillo de la narrativa clásica, la sensibilidad. Una obra maestra desde el gesto más delicado por querer compartir un abrazo y una sonrisa.
Mekong Hotel (Apichatpong Weerasethakul)
Film de 57 minutos donde Weerasethakul investiga nuevas formas de llevar sus ideas. Película formalmente muy consciente de sí misma, es todo un ejercicio de como llegar a la esencia a través de lo barroco (aunque no lo aparente). La mirada cándida de Weerasethakul acompaña todo el relato de esta fábula sobre el rodaje de una historia entre dos jóvenes enamorados y la madre vampira de la chica. El río Mekong, telón de fondo perpétuo en todo el metraje, acompañada con metafórica calma el existir de una cultura y sus gentes. Preciosa desde el reposo. Queda dentro.
Crazy & Thief (Cory McAbee)
Una chuchería familiar de la mano de Cory McAbee, un habitual en los artículos del Doctor Basura. Director de las estupendas The American Astronaut y Stingray Sam, vuelve a la carga con un film muy pequeño protagonizado por sus dos hijos. Dos niños perdidos en la ciudad buscando las estrellas ocultas en la decoración natural de las calles. Una propuesta que cuestiona la naturaleza de las grandes películas. Filmada sin medios, sin iluminación, con una cámara de fotos y sin actores profesionales, la película es un juego, un juego maravilloso como leer un cuento a un hijo antes que se vaya a la cama. Por lo tanto el juego deja de ser juego, para ser un acto trascendente entre un padre y sus hijos.
Berberian Sound Studio (Peter Strickland)
Sobrio e intenso homenaje al (sub)género giallo. Una pesadilla que recuerda al Arrebato de Zulueta, pero esta vez desde los cánones del estilo al que rinde homenaje. Atmosférica, asfixiante, y sin hacer concesiones al espectador, Berberian Sound Studio es puro estímulo cinematográfico en tiempos tan escasos de propuestas (dentro de la narrativa "convencional") extremas. Un thriller sin sentido que desemboca a la fascinación de lo que nunca llegaremos a ver. La pesadilla de transformar unas imágenes concretas en la abstracción de un diseño sonoro para completar una película que parece que no tiene ni principio ni fin. Desde que desaparece la lógica y la coherencia, sabemos que estamos en terreno cinematográfico. Una de las mejores sorpresas del año.
The Muppets (James Bobin)
Como amante devoto de The Muppets (Los Teleñecos) no podía perderme la cita de su retorno a la gran pantalla. La sorpresa fue cuando la película resultó ser no sólo una maravilla, sino también una mirada nostálgica para sus viejos seguidores y un nuevo impulso para los nuevos jóvenes espectadores. Las canciones de Bret McKenzie (ex Flight of the Conchords), el sentido profundo de la emotividad de los Muppets, la reflexión existencial de formar parte de su universo, bien sea como espectador o como Muppet mismo, la comedia... en definitiva, el cuidado de respetar la mirada de Jim Henson, uno de los creadores más extraordinarios de la historia del cine y la televisión, en cada decisión. Pocas películas me han alegrado tanto últimamente como este retorno de The Muppets.
La Casa Emak Bakia (Carlos Alegria)
Finalmente, cerrando la lista, la película española que más me ha gustado no sólo este año, sino también la década (incluso algo más). Cine desde la fascinación por el cine y por la vida misma (dos ideas que nunca deberían ir separadas). Un viaje de 90 minutos a través del azar y la suerte. El juego y la mirada infantil sobre el mundo que nos rodea y la cámara y el registrar la realidad como excusa para emprender dicho viaje. Nadie debería perderse esta película, una película que nos conecta tanto con nuestra cultura como con la ilusión por querer acercarnos a ella. El cine es la vía, y a la vez lo es todo.
Hasta aquí el 2012 y estos primeros 5 meses con el Doctor Basura. Nos vemos a la vuelta. Buen fin de año. Disfrutaremos de más cine durante el 2013.
It's Such A Beautiful Day (Don Hertzfeldt)
Animación, psicología y emociones.
Los estados mentales de Bill son la excusa que utiliza Don Hertzfeldt para hablar de la condición humana. Identidad, familia, individuo, cosmos... una obra magna de 62 minutos animados 100% a mano y sin ordenadores. Creada prácticamente desde la soledad, It's Such A Beautiful Day, es una de las pequeñas más grandes películas que ha visto el cine en mucho tiempo. Tres cortometrajes recopilados en un largometraje que desde el surrealismo y lo íntimo muestra un mosaico fascinante sobre la existencia de cada uno. Cine artesanía en estado puro, una joya que no puede pasar desapercibida.
Life of Pi (Ang Lee)
Lo oculto en la fábula.
Me acerqué a Life of Pi con mucha susceptibilidad, y continué con ella durante gran parte del metraje. Como es habitual en Ang Lee, los últimos 20 minutos son reveladores. A diferencia de muchas opiniones que creen que la película es una metáfora sobre lo religioso, un servidor considera a Ang Lee un cineasta más sofisticado para quedarse en esa primera lectura que proporciona la película. La propuesta crece una vez vista la película, la experiencia 3D (cautivadora) permanece con uno. Una película que sólo puede entenderse desde una butaca de cine y de un único visionado, en un momento de conexión con la pantalla. Una fábula sobre la soledad y la despedida que vamos comprendiendo en su misterio cuanto más la digerimos.
Vous N'avez encore rien vu (Alain Resnais)
Allí donde esté Michel Piccoli...
La "adaptación" cinematográfica de la dramaturgia de Jean Anouilh que plantea Resnais es uno de sus nuevos divertimentos completos y complejos. El estímulo fílmico es constante, el veterano cineasta es inagotable y su cine no para de emanar saber y frescura en cada cinta. Mucho más discreta que Las Malas Hierbas, pero a su vez más jocosa en sus pretensiones bajas. El texto de Anouilh es exquisito, y el abanico de actores y actrices bajo las ordenes de Resnais son una absoluta maravilla. Una de las experiencias más refrescantes del años, sin duda.
Cosmopolis (David Cronenberg)
Cuando el extremo se hace sobrio.
Película hermética, críptica, y despojada de una mala leche aparente (que no quiere decir que mala leche no le sobre). Cronenberg se busca y quiere encontrarse en la austeridad de sus extremos, su cine, cada vez más enigmático y magnético, construye desde la narrativa (podría decirse bressoniana) una crítica feroz a la mediocridad del discurso vacuo contemporáneo. A la ausencia de lógica en la lógica, al orden en el caos y a las normas y órdenes que hacen que todo confabule con sentido. Ninguna conclusión, un entresijo de sensaciones sin emoción. El deshumanizar la búsqueda de lo humano es una de las nuevas metas del siglo XXI, nuestros héroes carecen de sentido humano (su mitología es la del vacío).
Ernest & Celestine (Benjamin Renner, Stéphane Aubier, Vicent Patar)
Ernest y Celestine.
El cuento más enternecedor del año, y la mejor película de animación europea en mucho tiempo (desde Azur y Asmar, diría yo). Una historia de amistad entre una ratoncita y un oso es el único sentido de que exista esta película, pues la amistad entre estos dos personajes entrañables, del cuento de Daniel Pennac, es suficiente para llenar la pantalla de emociones y con ello nuestro ser. No hace falta tener una edad concreta, Ernest & Celestine conmueve desde lo más básico de las personas y lo más sencillo de la narrativa clásica, la sensibilidad. Una obra maestra desde el gesto más delicado por querer compartir un abrazo y una sonrisa.
Mekong Hotel (Apichatpong Weerasethakul)
El río fluyendo tras los personajes, frente a la cámara.
Film de 57 minutos donde Weerasethakul investiga nuevas formas de llevar sus ideas. Película formalmente muy consciente de sí misma, es todo un ejercicio de como llegar a la esencia a través de lo barroco (aunque no lo aparente). La mirada cándida de Weerasethakul acompaña todo el relato de esta fábula sobre el rodaje de una historia entre dos jóvenes enamorados y la madre vampira de la chica. El río Mekong, telón de fondo perpétuo en todo el metraje, acompañada con metafórica calma el existir de una cultura y sus gentes. Preciosa desde el reposo. Queda dentro.
Crazy & Thief (Cory McAbee)
Encuentros en la aventura.
Una chuchería familiar de la mano de Cory McAbee, un habitual en los artículos del Doctor Basura. Director de las estupendas The American Astronaut y Stingray Sam, vuelve a la carga con un film muy pequeño protagonizado por sus dos hijos. Dos niños perdidos en la ciudad buscando las estrellas ocultas en la decoración natural de las calles. Una propuesta que cuestiona la naturaleza de las grandes películas. Filmada sin medios, sin iluminación, con una cámara de fotos y sin actores profesionales, la película es un juego, un juego maravilloso como leer un cuento a un hijo antes que se vaya a la cama. Por lo tanto el juego deja de ser juego, para ser un acto trascendente entre un padre y sus hijos.
Berberian Sound Studio (Peter Strickland)
Introduciéndose en el sonido.
Sobrio e intenso homenaje al (sub)género giallo. Una pesadilla que recuerda al Arrebato de Zulueta, pero esta vez desde los cánones del estilo al que rinde homenaje. Atmosférica, asfixiante, y sin hacer concesiones al espectador, Berberian Sound Studio es puro estímulo cinematográfico en tiempos tan escasos de propuestas (dentro de la narrativa "convencional") extremas. Un thriller sin sentido que desemboca a la fascinación de lo que nunca llegaremos a ver. La pesadilla de transformar unas imágenes concretas en la abstracción de un diseño sonoro para completar una película que parece que no tiene ni principio ni fin. Desde que desaparece la lógica y la coherencia, sabemos que estamos en terreno cinematográfico. Una de las mejores sorpresas del año.
The Muppets (James Bobin)
Con todo su esplendor.
Como amante devoto de The Muppets (Los Teleñecos) no podía perderme la cita de su retorno a la gran pantalla. La sorpresa fue cuando la película resultó ser no sólo una maravilla, sino también una mirada nostálgica para sus viejos seguidores y un nuevo impulso para los nuevos jóvenes espectadores. Las canciones de Bret McKenzie (ex Flight of the Conchords), el sentido profundo de la emotividad de los Muppets, la reflexión existencial de formar parte de su universo, bien sea como espectador o como Muppet mismo, la comedia... en definitiva, el cuidado de respetar la mirada de Jim Henson, uno de los creadores más extraordinarios de la historia del cine y la televisión, en cada decisión. Pocas películas me han alegrado tanto últimamente como este retorno de The Muppets.
La Casa Emak Bakia (Carlos Alegria)
El primer plano de la película, anunciando mucha magia.
Finalmente, cerrando la lista, la película española que más me ha gustado no sólo este año, sino también la década (incluso algo más). Cine desde la fascinación por el cine y por la vida misma (dos ideas que nunca deberían ir separadas). Un viaje de 90 minutos a través del azar y la suerte. El juego y la mirada infantil sobre el mundo que nos rodea y la cámara y el registrar la realidad como excusa para emprender dicho viaje. Nadie debería perderse esta película, una película que nos conecta tanto con nuestra cultura como con la ilusión por querer acercarnos a ella. El cine es la vía, y a la vez lo es todo.
Hasta aquí el 2012 y estos primeros 5 meses con el Doctor Basura. Nos vemos a la vuelta. Buen fin de año. Disfrutaremos de más cine durante el 2013.
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