viernes, 30 de noviembre de 2012

Buscando a El Buscador: Sin palabras

Una de las característica de EL BUSCADOR es la ausencia de diálogos.

En una de mis películas predilectas de Alfred Hitchcock, Topaz, encontramos algunas de las secuencias más brillantes de su realizador asociadas al género clásico. No pondré en duda que Hitchcock destaca por su capacidad de romper el estándar y añadir valores psicológicos al thriller y terror convencional. Pero cuando se encarga de narrar secuencias de corte más convencional su artesanía, aparte de exacta, es exquisita.


El silencio de la cercanía, y el silencio de la distancia.

En Topaz, película de un guión más bien pobre, apoya todo su interés en la funcionalidad de su puesta en escena. En los momentos que los personajes abren la boca no hay mucho que destacar, pero en cambio, en los bloques que no hay ni un solo diálogo Hitchcock planifica y edita con tal precisión que hace del tempo una forma de expresión en si. Tanto, por ejemplo, en la secuencia inicial donde la familia rusa escapa de los agentes del KGB como en la secuencia donde el espía/florista debe entrar en el edificio a robar unos documentos. Dos perfiles opuestos de planteamiento. En el primero estamos viviendo la situación y los tiempos desde el punto de vista de la familia que huye. Eso obliga a Hitchcock a planificar en clave de suspense todas las situaciones (obstáculos, montaje en paralelo, ingenio de los personajes por salir ilesos del conflicto...). En cambio, en la segunda, nos posicionamos en el punto de vista del protagonista, que mira desde la calle de enfrente como su compañero logra entrar en el hotel donde se encuentran los comunistas. Las reglas del juego son opuestas. Los diálogos existen, pero la distancia nos impide escuchar lo que dicen. De la misma forma que en La Ventana Indiscreta (Rear Window), la posición de voyeur y la imposibilidad de participar en la escena, nos proporciona el suspense, el ejercicio intelectual de llenar los cabos sueltos que se intuyen pero no quedan explícitos. La combinación en Topaz de estas dos formas de trabajar la narrativa muda hacen de la película un ejercicio sobresaliente dentro del género. La maestría se percibe y se disfruta. Adrenalina y participación en la historia.


Todo queda dicho.

Pero la ausencia de diálogos no solamente es un recurso narrativo, también lo es poético. La mente de las personas, como dictan los estudios de la Gestalt, tienden a llenar las ausencias de una forma parcial. Si vemos medio circulo nuestra mente acaba de completar el dibujo y nos imaginamos la otra mitad automáticamente. Podría pensarse igual las ausencias narrativas, y sus contenidos. Si en un personaje desconocemos su pasado, características, emociones... con una parte parcial del dibujo el espectador se siente obligado a llenar al personaje, acabar de dibujarlo. El background (el pasado de un personaje), que sin tener todos los datos de su vida, si vemos ciertas acciones, gestos o detalles se puede imaginar (a veces más, a veces menos) el origen y trayectoria, o la emoción que implica la relación actual entre otros o consigo mismo. ¿Qué sentido tendría añadir una explicación al reencuentro de los dos hermanos en Una Historia Verdadera (The Straight Story) de David Lynch? El silencio, la falta de diálogos, el equilibrio de la puesta en escena, nos da la información exacta de montar todo el puzzle emocional. David Lynch entiende la vida en su dibujo inacabado, el resto lo añade el espectador. El dibujo completo es una pieza de arte.

En El Buscador existe ese equilibrio entre la historia parcial y las herramientas narrativas del cine Alfred Hitchcock en un intento por hacer de la artesanía del género una vía para llegar a la poética del humanismo. Los silencios son las sombras y los huecos de los que se adueñará el espectador.

Aquí podéis saber más sobre El Buscador, el proyecto, y como ayudarnos. Muchas gracias.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Buscando a El Buscador: Una cuestión de miradas

Seguimos indagando en nuestro próximo proyecto EL BUSCADOR.

Ya dice el dicho popular periodístico que una imagen vale más que mil palabras. Pero si a esa imagen se le añade un elemento profundo, y a su vez enigmático, la imagen vale mil preguntas, mil posibilidades.

No hay nada en el cine -me aventuraría a decir- como una mirada. El primer plano no deja de ser el elemento formal que acerca a la cámara y al espectador a los ojos del protagonista. Luego quizá observemos los labios, las mejillas y las arrugas, pero en un instinto muy humano las personas miramos a los nuestros a los ojos cuando interactuamos unos con otros. La cámara, como superojo, actúa con una fuerza expresiva única ante la mirada de una persona (y de un animal). Le da intención, le da palabra, descripción. Aplica un valor externo y un contexto a un pozo sin fondo como son los ojos humanos.

Los ojos surrealistas de Recuerda.

El género clásico, se ha servido de ello, un cine que tiene en el primer plano su arma más poderosa. A diferencia del cine moderno que se centró en la figura humana en el espacio y en el rostro como marco geográfico de lo humano. Pero es indudable que asociamos una gran cantidad de clímax emocionales del cine sobre dos ojos y la emoción que expresaban, no quizá porque el actor o la actriz sintiesen tal o cual emoción, sino por el artilugio fílmico que elevaba y transmutaba una mirada en un elemento narrativo.

Que bello es el final de Muerte Entre Las Flores (Miller's Crossing), cuando un gangster de segunda (Gabriel Byrne), la mano derecha del jefe de la mafia irlandesa (Albert Finney), le dice a su jefe que ya no pueden seguir juntos y que le da igual lo que pueda pasar con él. Tras una historia donde el jefe y la mano derecha se han peleado una y otra vez, asumimos que no hay nada más entre ellos. Cuando el jefe se aleja por el camino, la mano derecha (nuestro protagonista) se coloca el sombrero con firmeza, un hombre solitario, duro, sin emociones. Sus ojos desaparecen bajo el ala del sombrero y la cabeza gacha. Entonces la cámara avanza hasta llegar a los ojos bajo el sombrero y ver como esos dos ojos lloran de tristeza, revelándose así las hazañas de un héroe solitario en acto de amor a su jefe. Las palabras eran un adorno, una antesala para llegar a la mirada final.

Una historia de amor y amistad bajo el ala de un sombrero.

El primer plano refuerza el sonido, la música, la densidad fílmica. Pero en otro ejemplo como Centauros del Desierto (The Searchers) existe una mirada igual de poderosa, y con mayor misterio y suspense, y sin recurrir al primer plano. Cuando en el ataque al poblado indio el Tío Ethan corre a matar a su "sobrina" y en una situación in extremis la levanta sobre sus brazos ante la duda de qué hará con ella. Asumimos la mirada viendo la espalda de John Wayne, un hombre cargado de odio y rabia y que incluso en su clímax lo vemos como un ser opaco y complejo. El plano de los ojos de John Wayne sería la muerte intelectual y emocional de su personaje y todo su misticismo se desvanecería por culpa de un refuerzo dramático. Ford sabía que tenía entre manos y respetó hasta las últimas consecuencias al ser mitológico que trascendía a su propia película.

Los ojos de Natalie Wood el único referente
de la opacidad del Tío Ethan.

En EL BUSCADOR nuestro protagonista, una sombra más en la noche, lleva el vacío en su mirada y en sus acciones la rabia de aquello que no expresa. Esa duda que se materializa en una mirada. Pero a su vez, como un ser de la noche, de su universo, es desde la distancia y el misterio donde encontramos las respuestas (quizá otras preguntas) para acercarnos a este Buscador que deambula con una ausencia en sus ojos.

Aquí podéis saber más sobre El Buscador, el proyecto, y como ayudarnos. Muchas gracias.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Buscando a El Buscador: Espectros y encuentros

En los próximos artículos hablaré sobre distintos rasgos que caracterizarán el próximo proyecto que llevaremos a cabo los componentes del equipo de Travelogue Studio, un cortometraje llamado El Buscador. Estamos buscando financiación para poder rodarlo y considero, sin tener que desvelar la historia, que el Doctor Basura es un buen medio para explicar los conceptos narrativos y formales que constituirán la película, y de esa forma transmitir mejor el proyecto que está por hacerse.

Adrian Martin, uno de los teóricos cinematográficos más importantes del momento, teoriza a menudo sobre los distintos encuentros durante la historia del cine. Tal como Adrian Martin entiende el encuentro es una pieza clave sobre los distintos dramas y factores emocionales de las narrativas de cada momento. No es lo mismo la búsqueda de un encuentro en el cine clásico del chico busca chica, que un encuentro, dentro de un absurdo contemporáneo, que impide acercar a dos amantes como sucede en The River de Tsai Ming Liang, donde dos personas se cruzan a través de unas escaleras mecánicas que suben y bajan y solo coinciden un instante.


Encuentros y desencuentros.

Parece, en las nuevas tendencias cinematográficas, que la búsqueda de la realidad se está agotando, pero creyendo cada vez más en la realidad como herramienta. Me explicaré. En la modernidad (en una tendencia de la modernidad) los estados mentales de los protagonistas y sus conflictos cruzaban la frontera de lo icónico, tanto la forma de contar historias y la forma de plasmarlas en la pantalla eran irreales, se aplicaban los estados psicológicos al tratamiento del espacio, del montaje, del sonido... todo era mucho más explícito rompiendo la barrera de la realidad. En la postmodernidad el juego cambia, se piensa el elemento fílmico como tal y se recurre a los orígenes del cine para encontrar las nuevas estéticas. Lo que importa ahora es la capacidad de la cámara para plasmar la realidad y reflexionar sobre la realidad y el cine y viceversa en un mismo discurso. En el cine de la última década se combinan esas dos necesidades. El cine asume su rol de captar la realidad, la figura humana, el tiempo, el espacio... pero a su vez indaga en la psique humana como paradigma de una nueva sociedad perdida. El resultado es enigmático, narrativas clásicas distorsionadas y la apariencia de que todo es natural. En el fondo la naturalidad no existe, vemos y sentimos mundos subjetivos. Espectrales.

Un sheriff en mundo concreto buscando
en la ensoñación donde sentirse real.

Por eso, volviendo con Adrian Martin y sus encuentros, hoy nos situamos ante un tipo de encuentro que sí existe, pero a su vez no. Un encuentro espectral. Los personajes como fantasmas de una realidad concretan deambulan ante unas necesidad y una situación que no tiene devenir. Al igual que nuestra sociedad donde todo parece claro y evidente pero que en un profundo análisis es opaca, compleja, y en el fondo lo opuesto de lo que parece ser. ¿Qué busca el protagonista de Last Days de Gus Van Sant? ¿Hacia dónde van las familias de Meek's Cutoff? ¿Cuál es el punto de anclaje en una película hiperrealista como No Es País Para Viejos? La realidad, sus espacios y las acciones que suceden en ellos, son un espejo de las dudas y anhelos de una sociedad. Las preguntas son muy claras, pero las respuestas no tanto. ¿Quiénes somos y hacia dónde vamos?

El Buscador se plantea esas dos preguntas. Las noches húmedas cerca del mar en invierno, las luces de neón, las sombras que deambulan como espectros... y una pregunta que surge durante toda la película. ¿Qué busca El Buscador? ¿Cuál es su encuentro?

martes, 27 de noviembre de 2012

Lo viejo y lo nuevo

Cinco años han pasado ya desde que escribí las primeras líneas de mi primer cortometraje Alto Sauce. Parece tan lejano que no recuerdo que fue escrito, rodado, editado y sufrido. Una película que surge de la nada y que siento que no tiene nada que ver conmigo ni con el equipo que la hizo, vida independiente, por decirlo de alguna forma. Me imagino que debe ser -siguiendo el tópico- como tener un hijo, y llegado el momento tras las especulaciones del parto cuando el retoño cobra vida y se descubre que la persona que vivía en tu imaginación es en realidad un ente ajeno a ti. Me alegra mucho por fin poder compartir con todos vosotros Alto Sauce por las redes virtuales, y no puedo hacer otra cosa que agradecer a todas las personas que lo hicieron posible, tanto en el apoyo, el proceso creativo, técnico y emocional, como aquellas que creyeron en el proyecto cuando aún no era nada (solo mis palabras y mis manos gestualizando y explicando ideas al aire). También, por descontado, a aquellas personas que vieron la película y decidieron seleccionarla en festivales, y dieron la oportunidad a Alto Sauce de tener público, que aunque se le olvida a uno frecuentemente durante el proceso creativo, es la máxima finalidad cuando se cuenta historias. Solo me queda desear que disfrutéis Alto Sauce, ahora abierto a vuestra plena disposición.

La Juliana, iconografía de Alto Sauce.

Aquí podéis ver Alto Sauce.

Y cerrando una aventura abrimos camino hacia una nueva senda. Con nuestra pequeña productora llamada Travelogue Studio, un grupo de personas con quienes he hecho La Muerte en la Alcarria (nuestro primer largometraje), estamos preparando un nuevo cortometraje llamado EL BUSCADOR.



Hoy, junto a este artículo y la subida a internet de Alto Sauce, abrimos una campaña de crowdfunding (financiación por mecenaje online) para reunir el presupuesto necesario para poder llevar a cabo este nuevo cortometraje, si queremos hacer EL BUSCADOR debemos encontrar formas de financiarlo, y ésta es una de ellas. A continuación os explicaré que hace de este proyecto una película que queramos contar y crear.

EL BUSCADOR es la historia de un desconocido, un cualquiera. Un thriller sin diálogos que sigue los andares nocturnos de una persona que busca algo o alguien en la periferia de una gran ciudad arrollando a todo aquel que se cruza por su camino. Una narrativa de pulso firme, una incógnita, la violencia como clasicismo, el tono como narrativa moderna, las sensaciones como cine contemporáneo. Si juntáramos tres películas como Force of Evil de Abraham Polonsky, Le Samouraï de Jean-Pierre Melville y Uncle Boonmee Que Recuerda Sus Vidas Pasadas de Apichatpong Weerasethakul, podríamos atar los suficientes cabos para entender por donde andan los tiros de EL BUSCADOR.



El universo del género clásico,
la búsqueda de la esencia de los recursos,
la emoción y la mística de lo real.

Solo puedo ofreceros una sensación, una idea, un principio. Un hombre, un espectro de la ciudad, jugando al billar en una sala vacía y demacrada, dos cortinas vuelan frente a la cámara, blancas, translúcidas, el silencio y el hondear de las cortinas en una sala hermética con luz de fluorescentes, en penumbra el hombre hace golpear las bolas con el taco produciendo un sonido seco y sordo en cada golpe. Aparece EL BUSCADOR de la nada y espeta un taco en la espalda del jugador de billar haciéndole caer sobre el tapete verde. Corte a negro. Así empieza EL BUSCADOR.

Un proyecto hecho desde la necesidad de contar historias y de utilizar el cine para contarlas. Una historia que busca la emoción y la intensidad en el thriller, y en la mística que desprenden las sombras de uno de los géneros más fascinantes de la historia del cine.

En el siguiente enlace encontraréis más información sobre el proyecto para poder participar económicamente en EL BUSCADOR.

Infórmate y ayuda a EL BUSCADOR aquí.

En los próximos artículos, haré un recorrido por distintas películas para entender mejor los aspectos técnicos y narrativos de EL BUSCADOR.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Festival L'Alternativa: 04

PALMARÉS DE L'ALTERNATIVA. NACER, DIARIO DE MATERNIDAD SE LLEVA EL PRIMER PREMIO. UNA HISTORIA PARA LOS MODLIN AL MEJOR CORTOMETRAJE, OH WILLY... PREMIO DEL PÚBLICO, Y EL PREMIO LOMOGRAPHY A THE WHALE STORY.

Como es habitual en mi suerte dos de las premiadas han sido dos de las pocas películas que no he podido ver por problemas de agenda, qué se le va hacer, son los inconvenientes de no disponer pleno tiempo para dedicarme a un festival. Igualmente la valoración que tengo del festival es muy alta, con una selección de películas en general interesante y de calidad. Alegra ver cómo los medios que se disponen para construir una programación se ajustan a una arquitectura de festival inteligente y bien diseñada. Una programación justa (de proporción en número de películas) que permite en una dimensión humana acercarse a la mayor parte de la selección de películas.

A continuación haré las reseñas del resto de películas que vi y que no les he dado un espacio todavía en esta crónica dedicada a L'Alternativa.

El Salvavidas (Maite Alberdi Soto) 2011

De maestros y alumnos.

Más que un documental propiamente dicho tengo la impresión con El Salvavidas de ver un ejercicio. Un retrato, más o menos bien narrado, de un socorrista en una playa chilena. De factura impecable, una calidad de imagen y fotografía que podría parecer incluso excesiva, y una narrativa que abusa de los recursos de la ficción. Los montajes en paralelo, la guionización desmedida de la estructura en tres actos de los hechos reales, la construcción de arquetipos en los protagonistas... se ve demasiado ese dibujo pulido que en una ficción puede caber, pero que en un documental, al menos en mi caso, llega a molestar. Entretenido, bien realizado, pero no más que un buen proyecto que no deja poso después de su visionado.

Por ejemplo, Electra (Jeanne Balibar, Pierre Léon) 2012

Turistas culturales.

Si a uno no le molesta ver a dos "artistas" creyéndose muy inteligentes Por ejemplo, Electra es un divertimento lleno de puntos interesantes. Para empezar el juego combinado con el cine siempre se agradece si se hace con astucia, y de eso no falta en los films de Balibar y Léon. La mezcla del texto teatral con lo cotidiano y con el desvarío funciona nuevamente permitiendo sobredimensionar todos los puntos en el momento que se interrelacionan. Personalmente disfruto mucho de esas salidas de tono, como cuando musicalizan la escritura de los e-mails, o los montajes siguiendo la continuidad de movimiento y contexto que recuerdan al cine de Maya Deren. El problema radica, si es que hay un problema -va muy a gustos y depende de las necesidades del espectador- en ese equilibrio entre tomarse enserio y la cero importancia de lo que se está haciendo. Secuencias excesivamente largas, "estupidez" intelectual que se agota rápidamente... resumiendo, un ejercicio interesante y ligero que no trasciende al ejercicio en si, pero que suscita la mirada sobre las posibilidades no "standard" que puede ofrecer las narrativas cinematográficas. Muy agradable.

Crulic, el camino hacia el más allá (Anca Damian) 2011

Un guión y una dirección hacia la manipulación.

Poco me convence esta dramatización de la tragedia de un pobre rumano que se ve envuelto en una pesadilla kafkiana con la burocracia y justicia polaca. El guión está francamente mal planteado y parece que la puesta en escena y el montaje estén al servicio de crear (sí o sí) la duración de un largometraje, quizá para poder acceder a ayudas económicas de largometrajes del ministerio de cultura, no encuentro otra explicación para algunos recursos que abusan y sobrepasan su duración hasta límites incoherentes. A su vez, no es que tenga nada en contra de la animación económica y de bajo presupuesto, pero también me agota ver cine de animación sin animación, es decir, con la animación mínima para que algo se mueva en la pantalla, asumiendo por parte del espectador cada plano como una aventura para llenar tiempo fílmico haciendo malabares con la animación. Todo me aburre y nada me creo en esta historia manipuladora y simplista de una tragedia real, una historia que podría ser fascinante -seguro que la real lo es- y que en buenas manos permitirían hacer una gran película. Este no es el caso.

Hasta aquí este seguimiento por el festival de L'Alternativa. Os recomiendo en próximas ediciones tenerlo más en cuenta. Yo me encontraba en una situación de prejuicio pensando encontrar en exclusiva un tipo de cine (como recordaba en años pasados). Al ver en su mayoría la programación he descubierto una programa de películas amable hacia un espectador medio, y un conjunto de obras donde destacaría la calidad y las propuestas interesantes. Una muy buena edición. Hasta el año que viene, espero poder repetir.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Festival L'Alternativa: 03 (La Casa Emak Bakia)

LA CASA EMAK BAKIA ECLIPSA MIS PREVISIONES CINEMATOGRÁFICAS DEL AÑO.

La Casa Emak Bakia (Oskar Alegria) 2012

Lo normal sería que siguiese con mi crónica del festival e hiciese una reseña de las películas que vi en la tercera jornada. Pero el visionado de La Casa Emak Bakia es un acontecimiento y considero pecaminoso no darle un espacio aparte. En el próximo artículo recuperaré las películas que no comento hoy aquí.

Oskar Alegria plantea un juego, y un cortometraje que da nombre a la película son las reglas del juego, Emak Bakia. Un cortometraje de Man Ray que trasciende al cine y es, como se demuestra en el film, una filosofía de vida, una forma de entender la vida y la creación. Esta expresión vasca Emak Bakia (¡Déjame en paz!) es el punto de partida de todo lo que hace del cine esa experiencia maravillosa, un acto infantil limpio de retórica y que con maestría Oskar Alegría lo exhibe con la naturaleza de lo que se siente pero no se piensa.

Las lágrimas de Man Ray.

Pero como en toda gran obra el pensamiento existe, vaya si existe, pero no se enseña, los engranajes invisible de La Casa Emak Bakia hacen girar la maquinaria del sentimiento fílmico. A su vez una narrativa explica el modo de acercarse a un tipo de cine o un tipo de mirada para acercarse al cine, y al mismo tiempo un viaje ilusorio que camina entre el deseo, la imaginación y la especulación y lo real, la suerte del accidente, el captar la vida como la cámara que capta imágenes, improvistas de cualquier intención, el movimiento, la luz y las sombras.

Lo verdadero embriaga, y los accidentes a los cuales se deja llevar Oskar Alegria insisten una y otra vez en tocar la piedra, escuchar las voces, mirar a la raíz y sentir un mundo de antaño y de hoy que parece que haya desaparecido. Oskar Alegria tiene fe en el cine, y ese ojo mágico de la cámara que capta lo invisible que nos muestra lo concreto de lo espectral. La alegría que queda en el cuerpo tras estar con lo tuyo y los tuyos al acabar el visionado de La Casa Emak Bakia es quizá aquello que más me entusiasma, cine nacional que nos da entidad (aunque sea una historia vasco-francesa) un espejo que profundiza en el reflejo y viaja a través del tiempo y de las emociones. Cine popular que entiende el cine con golpes de idea, ideas como el pensamiento de un niño que recibe por primera vez una palabra, una imagen, sin significados y sentidos, la imagen, la idea, el cine sin más.

Cine de resurrecciones, de vida y de
juego. Cine que mira al futuro.

No tengo reparos en aventurarme a decir que La Casa Emak Bakia es la mejor película española en años, me remonto a Tren de Sombras de Guerín para encontrar el mejor recuerdo fílmico desde este extraordinario documental. No dudéis en acercaros a La Casa Emak Bakia porque pocas veces el cine es una obra popular, y menos en nuestros días, cine para todos, un servicio al sentimiento utilizando el cine como la mejor de las herramientas y utilizada de la mejor de las formas.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Festival L'Alternativa: 02

NINGUNA NOVEDAD EN LA SEGUNDA JORNADA DE L'ALTERNATIVA. REVISION "INTELECTUALISMO" ALEMÁN DE TODA LA VIDA, BUENOS SENTIMIENTOS EN N-VI Y OH WILLY..., UN VEZ MÁS, SE CONFIRMA COMO UNA JOYA.

Revision (Philip Scheffner) 2012

Las aspas del molino de viento girando,
insistiendo en sus ideas.

Quien ha visto un poco de cine alemán sesudo sabe que los alemanes son muy listos, y que sobretodo tienen mucha paciencia. Personalmente, a excepción de ciertos cineastas, los planteamientos de puesta en escena del cine alemán intelectual de izquierdas me cansan bastante. Estoy de acuerdo con los discursos implícitos en su forma, y que consideren que la culpa no es de la película sino de una sociedad deseducada y contaminada incapaz de razonar por si sola. Pero de eso a crear esas fórmulas narrativas con un desapego brutal entre el espectador medio y el contenido de la película hacen que todo lo social del mensaje se desvanezca en el sobreesfuerzo que el espectador tiene que hacer para asumir la rigidez del discurso fílmico. Todo lo brillante, que hay mucho en una película como Revision, desaparece a la media hora cuando sabemos que esa rigidez durará hora y media más, y tanto los músculos del cerebro como los glúteos se apiadan de su suerte más cercana.

N-VI (Pela del Álamo) 2012

La nostalgia de un mundo secundario.

No hay duda que la nostalgia por un mundo, por una España en vías de extinción, es el motor de N-VI, y eso llega al espectador. El problema es ¿asumida esa nostalgia qué nos depara la película?, y es cuando la propia narrativa y las imágenes de del Álamo parecen que no saben bien bien hacia donde se dirigen. Es interesante ver este documental desde la perspectiva del proceso creativo. Cómo en sus inicios una idea de nostalgia fue la semilla (y nada más) para hacer una película, como de la semilla llega la pregunta de "y ahora qué" y como tras ese desierto de incertidumbre el propio film se va encontrando a si mismo, llegando a sus último veinte minutos donde disfrutamos de los mejores momentos de la película, concretos, concisos y de una línea intencional férrea. Es una lástima que esa solidez no existiese desde el minuto uno, porque cuando el film se concreta tiene momentos de cierta brillantez que echamos de menos en el resto del metraje.

Oh Willy... (Emma de Swaef, Marc James Roels) 2011

Una madre desnuda con una sombrilla.

No es la primera vez que lo digo, ni he dejado de pensarlo (o mejor dicho de sentirlo), Oh Willy... es una de las mejores películas del año. De incalculable sinceridad y ternura la película mira cara a cara al nacimiento y a la muerte y al vínculo que los une, el profundo amor primario entre una madre y un hijo más allá de lo concreto, un viaje a través de la trascendencia para entender que toda impostura es nada al lado de una caricia, de un estar al lado, de un baño de luz que transporta al imaginario de lo materno. Oh Willy... qué maravilla, qué cine.

En el próximo artículo hablaremos de Pierre Léon y Jeanne Balibar, La Casa Emak Bakia y El Salvavidas.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Festival L'Alternativa: 01

BUEN CINE EN LA PRIMER JORNADA DE L'ALTERNATIVA. A NOSSA FORMA DE VIDA HACE DE LO DIFÍCIL UNA LIGEREZA, 5 BROKEN CAMERAS DOCUMENTA EN PRIMERA PERSONA DESDE LA FRONTERA EL CONFLICTO ENTRE ISRAEL Y PALESTINA, UNA HISTORIA PARA LOS MODLIN ES PURO ORO PARA LA IMAGINACIÓN, Y BEN RIVERS SE INTRODUCE EN EL CELULOIDE PARA MOSTRAR LO INVISIBLE DE LA SOLEDAD EN TWO YEARS AT SEA.

A Nossa Forma De Vida (Pedro Felipe Marques) 2011

Una imagen llena de ideas, en el fondo
un matrimonio sonriendo.

Pedro Felipe Marques se introduce en la vida de un matrimonio octogenario para regalar al espectador 90 minutos de lucidez y cotidianidad, limpio de drama, de escrituras de guión (guión documental), sin añadir ni subrayar nada aparte del mero hecho de estar allí, en el octavo piso, viviendo. En apariencia es fácil, filmas a dos personas sin más y luego que el espectador aguante 90 minutos de nada. A Nossa Forma de Vida es todo lo contrario, hay riqueza, un sentimiento contemporáneo que inunda todo el metraje, la puesta en escena sirviéndose de los reflejos es deliciosa... un ejercicio que trasciende a la idea para convertirse en un poema fílmico del vivir cuando ya se ha vivido.

5 Broken Cameras (Emad Burnat, Guy Davidi) 2011

Sin prejuicios, sin trampas, sin titulares en los diarios.

Se ha convertido en una nueva forma de cortometraje online el ver acciones de la policía y de los mossos d'esquadra pegando a los ciudadanos. Una tipología de imagen apegada a nuestro momento y que le damos el valor de documento y no de film. Emad Burnet se ha pasado 15 años de su vida filmando, con 5 cámaras sucesivamente, los procesos y manifestaciones que han habido en Bi'lin, un pequeño pueblo de Cisjordania en la frontera con Israel. La realidad dentro de las manifestaciones, filmaciones en medio del fuego israelí, los controles militares dentro de las casas... todo entra y es registrado por Emad. Aunque es cierto que se nota el montaje de una persona ajena al creador de las imágenes (Guy Davidi el codirector del film) y una voz en off excesivamente escrita, la película está tan despojada de manierismo que pocas veces ves la realidad de este conflicto tal cual es. Una pieza imprescindible como documento.

Una Historia Para Los Modlin (Sergio Oksman) 2012

Fantástica idea de puesta en escena.

El material sobre la familia Modlin que llegó a las manos de Oksman es puro oro. Un regalo a la especulación y a la "creación" documental. Los 26 minutos del cortometraje te abren las puertas a que tu imaginación vuelve y ate los cabos de esta familia digna de una obra de culto. Si tengo que verle un pero es que Oksman no va más allá de lo que ofrece este maravilloso material, lo respeta y lo dignifica (terea nada fácil) pero quizá le pediría a la película que me estimulara algo más y que le diese una vuelta de tuerca más a este extraordinario hallazgo en forma de fotografías, grabaciones y textos. Pero ante todo un documental de primera línea en el panorama nacional.

Two Years At Sea (Ben Rivers) 2011

La belleza, y luego qué.

Varias pegas le veo a lo nuevo de Ben Rivers. Entiendo que su medio no es estrictamente el cinematográfico, y sé que sus anhelos e inquietudes no van por lo que puede necesitar un espectador de hambre narrativa, pero con todo ello veo en Two Years At Sea una comodidad, y un conjunto de lugares comunes que no me permiten acceder a la emoción de la película (si es que la tiene, si es que alguien la ha buscado). El 16 mm me cansa, un recurso estético de gran poder que se asume como uno de los pilares sensibles del film, y que en esa elección veo a un director que le puede la forma a la emoción (ya no al contenido). El poco drama de la película se recoge en unas fotografías del pasado del protagonista, y es chocante que un director huya tan radicalmente de las convenciones para luego utilizar recursos simples (o simplones) para dar el poco peso narrativo que tiene la película. Eso no quita que tenga momentos de belleza, muy interesantes, y que en ocasiones lo ajeno y distante se vuelva poética, pero es en cuentagotas en una película que debería arrastrar al espectador a los hondo de sus texturas, y en mi caso eso no ha sucedido.

En el próximo artículo hablaremos de Revisión, de la española N-VI y de Oh Willy... .

martes, 20 de noviembre de 2012

De la alta definición

Hará ya cinco años que pudo verse en una sala cinematográfica Zodiac de David Fincher, una de las primeras películas concebidas, desde su creación hasta su exhibición, desde la Alta Definición Digital como sentido estético y tecnológico. Si bien Star Wars Episodio II fue un gran adelanto a nivel de producción, y Superman Returns se lanzó a la piscina del digital como mímesis del celuloide, no fue hasta Fincher y su Zodiac que la cuestión no ascendió a cotas de interés y relevancia.

Es evidente que por un gran factor nostálgico, y por costumbre, se obliga a las casas fabricantes de cámaras a reproducir imágenes similares al 35mm con las nuevas cámaras digitales. Aquí nace la dicotomía de la Alta Definición. Por un lado no despegarse de la tradición (mejorando la tecnología y sus posibilidades), por otro la creación de una nueva estética. Nuevas imágenes que inducen a nuevos pensamientos, sensaciones y posibilidades.

Volviendo a Zodiac, película que se erige como punto fronterizo en el dilema, contiene en su naturaleza la bifurcación en la creación de imágenes cinematográficas contemporáneas. Si bien Zodiac es un homenaje al cine policiaco de los años setenta (la utilización del logo de los 70 de la Paramount lo evidencia) obliga a que sus imágenes recuerden los aires, texturas, tonos de aquellas que contenían los rostros de Steve McQueen, Frank Sinatra, Lee Marvin... pero a la vez Fincher, como impulsor y uno de los abanderas de la alta definición, no puede huir de sus flaquezas y deseos, y no son otros que crear imágenes digitales. Por eso Zodiac a través de lo que fue un sentido estético del celuloide se vuelve imagen pura, clínica, de planos digitales imposibles, un thriller con una condición ajustada a nuestros tiempos que se distancia diacrónicamente de los orígenes que la hicieron nacer, la estética de un cine de hará cuarenta años.




Infinidad de límites. Desde imágenes clásicas, a construcciones
digitales, en Zodiac cabe todo (Ampliar imágenes).

Pero dos años atrás hubo alguien que produjo un cambio significativo, primordial. Michael Haneke con Caché en el 2005, y con muchos problemas técnicos por no haber precedentes, decidió captar la luz de la realidad con la alta definición. El resultado es absorvente y único, una imagen limpia (pero a la vez sucia al estar despojada de estilismos), las texturas en los rostros, en la piel, las bajas luces... Haneke no solo lleva al público a los límites, también lo hace con la posibilidades de sus películas.

Una imagen que podría no ser filmada (Ampliar Imagen).

Por su puesto que películas como Festen (Celebración) y otras del movimiento Dogma dignificaron el DV Pal (las primeras cintas digitales) al nivel del sentido cinematográfico, de la misma forma que hizo Godard en los ochenta con las imágenes de vídeo. Pero esas imágenes no eran reales, se distanciaban tanto de la realidad que filmaban que eran una ramificación más de la estilización fílmica. En cambio, la alta definición, permite en sus primeros pasos una exactitud hacia la realidad que no habíamos tenido antes, y en segundo lugar una hipérbole de realidad que aleja la imagen cinematográfica del ojo humano. Dos caminos que se abren y le dan al cine nuevas preguntas que resolver, haciendo de este arte aún un arte joven que solo ha hecho que caminar sus primeros años de vida y en las puertas de una adolescencia que por supuesto será y esperamos estimulante.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Sugerencias L'Alternativa 2012

El Doctor Basura cubrirá L'Alternativa, 19è Festival de Cine Independent de Barcelona, del 20 al 25 de noviembre. Hacer sugerencias de películas no vistas ya suele ser difícil, pero si hablamos de L'Alternativa decir aventurarse es más adecuado que el término sugerir. Sabiendo de antemano que viviré más horas de fatiga que de estimulo me acerco al festival con la ilusión de encontrarme con alguna obra que me llene. Para aquellos reacios a un cine radical, a veces cansino, a veces inteligible, tener en cuenta que en estas propuestas es muy posible encontrarse con una mirada cercana, y que por muy mal que haya en la incertidumbre de ciertas películas, como mucho, el agotamiento, el tedio o el aburrimiento, durará dos horas, bien pensado tampoco es tan insufrible en el peor de los casos.

Una mirada inocente llena de curiosidad.

Esta es la selección (entre películas conocidas, desconocidas y leídas en otros medios) que me aventuro a sugeriros.

5 Broken Cameras (Emad Burnat, Guy Davidi) 2011

Objetos para la historia.

Documental que plantea en paralelo el paso de los acontecimientos del conflicto palestino-israelí y los años sobre la vida del hijo de uno de los directores. El conflicto mostrado a través de cinco cámaras que una a una, con el paso del tiempo, se van estropeando. Diferentes texturas, diferentes cámaras, los mismos protagonistas, y la evolución de todo ello. Una de las propuestas más interesantes.

A Nossa Forma de Vida (Pedro Felipe Marques) 2011

Un matrimonio desde un octavo piso.

Pedro Felipe Marques, editor entre otros de Pedro Costa, nos presenta su primer largometraje. Seguramente influenciado por las formas de Costa (uno de los directores más importantes del momento), muestra la vida de un matrimonio apartado de las normas de la sociedad contemporánea, la cual pueden ver desde su octavo piso. Ganadora en el Docslisboa 2011 a la mejor ópera primera (festival portugués premiando a un portugués, todo hay que tenerlo en cuenta) es una de las posibles alegrías del festival.

Crulic, el Camino Hacia el Más Allá (Anca Damian) 2011

Crulic perdiendo peso en su reivindicación para la justicia.

Ganadora del Cristal a la mejor película el pasado festival de Annecy (uno de los festivales internaciones más importantes de cine de animación). Film que recrea una historia real de tintes kafkianos sobre la situación de un ciudadano contemporáneo ante el sistema. Tuve la mala suerte de perdérmela en la pasada edición del festival de Annecy, pero aquellos conocidos que pudieron verla han dicho, en variedad de opiniones, que es un film interesante y digno de ser premiado. Con reparos pero con mucha curiosidad, esta película de collage y mezcla de diversas técnicas de animación está en entre mis imprescindibles de L'Alternativa.

Two Years at Sea (Ben Rivers) 2011

Más allá del fotograma.

He coincidido con varios fotogramas de esta película en diversas publicaciones, y esos encuentros fortuitos es el motivo de mi interés por el film. Imágenes en blanco y negro llenas de magnetismo. Desconozco su contenido, ni me importa, espero ser sorprendido o decepcionado, todo o nada. Ganadora del premio FIPRESCI en el festival de Venecia 2011 es el único aval que acompaña a la película, pero como ya sabemos los premios no son ningún seguro

Oh Willy... (Emma de Sweaf, Marc James Roels) 2011

Simplemente, Oh Willy...

Este cortometraje de animación es una absoluta maravilla. Una de las mejores películas del año pasado, que no os engañe su formato de cortometraje. La vida y la muerte, el artificio y la esencia, la búsqueda de lo materno... una pieza entrañable sobre un hijo que busca en el desarraigo el equilibro y la paz. Sus texturas y diseños, la luz que llega a lo más íntimo. Una obra maestra.

Una Historia Para los Modlin (Sergio Oksman) 2012

A través de las fotografías.

Mucho se ha hablado de este cortometraje español sobre la vida de una familia de absolutos desconocidos. Las fotografías, pinturas y material de archivo que encontró entre basuras el director del film es el motivo y semilla de este proyecto, un proyecto muy interesante que en sus planteamientos encontramos cine lleno de posibilidades. Veremos si lo que se dice es cierto.

Retrospectiva Pedro Costa

Ventura buscando donde agarrase en
la realidad. Juventud Em Marcha.

Entre los directores más importantes e influyentes del momento encontramos al portugués Pedro Costa. Realidad/ficción es la constante dicotomía de los mundos laberínticos y fantasmagóricos de Costa, un cineasta estimulante, radical, que lleva sus propuestas cargadas de incógnitas hasta el límite. Cine irregular que en dicha irregularidad hallamos lo fascinante de obras que empiezan viajes sin saber donde llegarán, algunas de ellas contienen algunas de las reflexiones y momentos más importantes del cine contemporaneo. Tratad de acercaros al cine de Pedro Costa, un cine sin duda difícil, pero imprescindible.

El jueves 22 a las 19:30 en el Instituto Francés de Barcelona mesa redonda con Pedro Costa y Jeanne Balibar (a quien rinden otra retrospectiva).

Seguramente me he dejado largometrajes y cortometrajes fascinantes o grandes películas, y en mi selección he añadido propuestas que una vez vistas no tengan ningún interés. Es una aproximación al festival desde el desconocimiento y lo que he ido sabiendo de antemano haciendo "cierto" caso de opiniones ajenas a la mía. Mirad la programación y dejaros llevar por vuestras sensaciones y con las propuestas, a veces se gana y a veces se pierde, pero para ello hay que jugar.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Los bienqueridos

Cuántas veces hemos dicho "ya sé que es un gilipollas pero es mi amigo". Defender a un amigo es un acto sagrado, principio único que constata la buena salud de una amistad. Es en los malos tiempos cuando ese ideal aflora, y lo que anteriormente era elíptico ahora se evidencia a través de la defensa y en la insistencia del vínculo con la otra persona. Otra cosa es que el amigo cambie, se vuelva otra persona con el tiempo o se te rebele como lo que era en realidad desde un principio.

Esta mirada ha acompañado al cine de Olmi toda su carrera.

En el cine tenemos amistades, y es fácil engrandecer a un autor en los buenos momentos. Qué fácil es querer a Spielberg tras Indiana Jones o Encuentros en la Tercera Fase. O a Truffaut en Jules et Jim. En momentos de gracia la propia energia de la obra, una obra embriagadora, te arrastra al querer y valorar al autor en si. Más difícil es apegarte a esos queridos autores en films fallidos, o de menos calado popular. A Ermanno Olmi, cineasta que adoro (por dar un calificativo), películas como "El Oficio de las Armas" o "Cantando Dietro o Paraventi" me cuesta montañas de esfuerzo finalizar sus visionados, pero por esa pasión a su figura, a su arte y manera de entender la vida, trato de buscarle en cada decisión, quiera él o no acercarse a mí. Prefiero, evidentemente otros films de Olmi, pero no hago ascos, ni el más mínimo mal gesto, a cualquier obra que haya firmado con su nombre. Más difícil me lo ponen directores como Woody Allen o Tim Burton, incluso Spielberg, que me cuesta reconocerles en sus nuevas imágenes y narrativas. No reconozco nada de la emoción con la que me cautivaron con sus anteriores films, y me pregunto si es la edad (en ellos) o que no fui capaz de ver lo verdadero en un cine que era más ilusorio que real.

Pero como a las personas, a las películas de los cineastas -que no dejan de ser discursos personales-, se les exige una contundencia ética y moral a través de sus imágenes y sonidos. Si volvemos a Spielberg, en especial su mítico Indiana Jones, quien fue un héroe de mi infancia, no por su naturaleza de héroe sino por sus decisiones, verlo en la cuarta entrega trabajando para la CIA y ser anticomunista me retuerce las entrañas. ¿Os imagináis a Atticus Finch en una posible Matar a un Ruiseñor 2 gritando a sus hijos o dejando de luchar por un mundo más justo? Porque la amistad es fidelidad también, si los pilares de tu imaginario traicionan a sus propios cimientos, ¿qué sentido tiene ser fiel?

Atticus Finch, inquebrantable.

Como en los políticos, de los cuales mejor no hablar -un pensamiento hacia ellos es como escupir contra el viento en un barco-, los universos narrativos deberían ser honestos. Es duro pensar que Hergé fue posible simpatizante nazi, porque necesitamos saber que sus imágenes y palabras ilustradas, aquellas que nos alimentan como personas, nacen de una verdad cercana a la nuestra, y la idea que Tintín surge de todas esas contradicciones hace desconfiar de lo sincero de sus acciones. Necesito querer a mi imaginario, confiar en él ciegamente, crezcamos en la misma dirección o en direcciones diferentes, pero exigiéndole que en sus principios, y en sus formas, sea en esencia el mismo que descubrí desde el primer día.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Ingenio ilustrado

Leyendo cómics desde muy pequeño he tenido la suerte de acercarme a temas que no trataría desde otros medios. La violencia, el sexo y el terror son en muchas ocasiones recursos que cruzan la frontera para los pequeños lectores dentro de las páginas ilustradas, pero como medio (sobretodo) adulto los contextos históricos y sociales suelen estar tratados con mucho más detalle y complejidad que en otros medios narrativos del mass media. Descubrí el anarquismo con Jacques Tati, las injusticias sociales de los Estados Unidos de los 50 y 60 con Will Eisner, la ilusión de la libertad contemporánea con Watchmen y V de Vendetta de Alan Moore, o la juventud en los ochenta/noventa con Charles Burnes. También, desde perspectivas más "didácticas", Astérix es una lección de historia camuflada, Tintín, por muy blanquito colonizador que sea, está cargado de procesos políticos y sociales por todo el mundo, y Mafalda cultivó mi sentido crítico antes que supiese que quería decir ser crítico. Definitivamente, una imagen contextualizada e intencionada es un recurso muy poderoso para llenarse de saber y curiosidad. A continuación me gustaría compartir dos casos de gran inteligencia e ingenio relacionados con la ilustración y las viñetas de humor, pero ante todo dos grandes artistas que se sirven del intelecto para entretener.

La eternidad y un día.

La serie de ilustraciones de Graham Annable sobre la mitología griega son sencillamente brillantes. Recordando el humor británico de Ronald Searle las ilustraciones de Annable retratan desde la mentalidad de una persona contemporánea los dramas de las tragedias y mitos griegos. Una lectura sencilla pero acertando de lleno en el centro del sentido trágico a través de la parodia. El placer de acercarse sin dramatismo ni grandilocuencia a un arte tratado siempre desde el respeto, y ahora con ligereza nos reímos, sin perder un ápice, el todo de su contenido.

Aquí podéis ver la serie de ilustraciones.

(Ampliar imagen)
La dialéctica de Duchamp vapuleada en 6 viñetas.

Pero si hablamos de humor e historia no podemos olvidarnos de Kate Beaton. Su obra, centrada en hacer burla de la historia y de la historia del arte, es perfecta como conjunto de lecciones historicistas, puesto busca en la misma historia la fuente de todo el humor. Desde Napoleón a Duchamp, pasando por Maria Antonieta a Ricardo III, ningún personaje se escapa de las viñetas de Beaton. Frescos y sin pretensiones y llenos de estupidez, los diálogos de Beaton desacreditan a la mayoría de las personalidades de los grandes títulos de la historia moderna, y hace del cómic una herramienta inconsciente -para quién la lee- de aprendizaje cultural.

Aquí podréis acceder a la web oficial de Kate Beaton.

Dos autores de lo superfluo, dos creaciones del instante, pequeñas y de rápida lectura, pero lo que en el fondo es el acompañamiento para un café a primera hora de la mañana es también el estimulo necesario que hace, sin darnos cuenta, que la cultura siga viva dentro de nuestras inquietudes.

martes, 13 de noviembre de 2012

El almanaque de mi padre (Jiro Taniguchi)

Si debo recomendar un libro a alguien, conocido o desconocido, suelo repetir la misma opción, El Almanaque de Mi Padre, de Jiro Taniguchi. Un cómic (novela gráfica, para los que les guste categorizar) sobre la memoria y lo emocional que implica reconstruir el recuerdo.

¿Quién piensa en el dibujo cuando
miramos el reflejo de un espejo?

La fórmula de Taniguchi es en su esencia clasicista. Un relato bien estructurado sobre un adulto que debe regresar a su infancia a través del recuerdo para restiuar la figura paterna en su vida. El arte y la narrativa de Taniguchi, muy cercanos a los de Yasuhiro Ozu, hacen respirar el tiempo dentro de las viñetas, y el tiempo de una fisicidad tangible se hace presente a través de la pulcritud de la línea entintada. La presencia del tiempo es a su vez lo real de los sentimientos, de la fuerza del objeto inmóvil, del estatismo de la figura humana y de la emoción suspendida en la mirada de cada personaje.

En cualquier obra de Taniguchi, especialmente en la más costumbristas, reina lo cotidiano como si fuese cómplice y objeto natural de cualquier cómic y dibujo. Transcurren las viñetas como quien cambia de habitación para buscar algo en el armario de la cocina. Se van sumando en el inconsciente los gestos dibujados e interpretados hasta llegar a un desenlace que desborda lo cotidiano en un clímax de fuerza insospechada. Lo milagroso de Taniguchi es producir la lágrima cargando nuestra percepción de naturalidad y no de dramatismo. No implica que en la obra, como en Ozu, y en este aspecto más kurosawaiano, los hechos históricos que narran las viñetas sean en ocasiones brutalmente dramáticos, pero en el fondo, y desde la perspectiva, el colosalismo dramático es a fin de cuentas las migas de una comida de pequeños detalles que son el motivo de ser de la obra, y como entiende Taniguchi de la vida.

La emoción en la viñeta, una y otra vez, de la unidad al todo.

El Almanaque de Mi Padre es un imprescindible, un deleite del reposo y de lo humano, y de la intensidad de acercarse a la esencialidad del discurso narrativo y vital. Seas aficionado a los cómics o no, a la literatura o al cine, El Almanque de Mi Padre es una oportunidad que no puede ser desaprovechada, de sentirte persona a través del arte.

El almanaque de mi padre (Jiro Taniguchi) Ed. Planeta de Agostini, 2009

lunes, 12 de noviembre de 2012

15 motivos para ver el cine de Michael Powell y Emeric Pressburger: Parte 05

Con este artículo concluyen los 15 motivos para ver el cine de Michael Powell y Emeric Pressburger. Un repaso por algunos de los muchos puntos a destacar de su filmografía, tomando ejemplos y no películas como pilares de una obra que no busca la grandeza en la perfección, sino en el avanzar hacia nuevas posibilidades, nuevas aventuras narrativas, un discurso fílmico cargado de deslumbramiento.

13 - El misterio en el discurso

El cuadro de ideal de mujer, de sueño de un hombre
ejemplar, colgado en una pared como un trofeo de
caza rodeado de las cabezas de animales disecados.

Qué difícil me resulta cerrar los contenidos de sus películas, comprender más allá de la fuerte emoción que desprenden sus imagenes y llegar a un sentido absoluto. Es en ese cine sin respuesta lleno de dudas y preguntas donde me siento más a gusto, donde la incomodidad de querer explorar las entrañas del artefacto dramático perdura más allá del visionado de la película. El cine de Powell-Pressburger se introduce directamente a nuestra mente sin saber encontrar su lugar adecuado. La fascinación.

14 - En el ojo del huracán

La tormenta de Sé A Dónde Voy, uno de los momentos
más espectaculares de toda su carrera. Tanto
por técnica como por puesta en escena.

La condición de cine espectáculo es un imperante cuando se va a ver una película de Michael Powell y Emeric Pressburger. Por muy personal que sea su cine es un cine de masas lleno de deslumbrantes montajes y situaciones imposibles de filmar. Desde el monasterio de Narciso Negro a la reconstrucción de las diferentes Europas de Vida y Muerte del Coronel Blimp o la espectacular tormenta en el mar de Sé A Dónde Voy, se espera ver una gran producción, impecable, única, que deje boquiabierto a todo el mundo. Hoy en día esas secuencias siguen dejándonos sin aliento, un retorno al origen pueril de viajar a lo exótico a través de la pantalla cinematográfica, una cualidad que el cine contemporáneo ha ganado con sus imágenes llenas de bulimia hiperbólica desterrando al recuerdo la magia y la inocencia.

15 - Éxtasis

Todo (con)fluye.

El quinceavo motivo es cuando los 14 motivos anteriores confluyen. Cuando todas las partes tocan el cielo y no hay fisuras, la perfección de su discurso, el cine como artificio lleno de verdad y misterio, de intimidad y de grandilocuencia, de las otras artes y de puro cine en si. Cuando un gesto contiene toda la carrera de dos cineastas tan maravillosos como Michael Powell y Emeric Pressburger. El constante descubrimiento de saber porqué vemos cine.

Hasta aquí los 15 motivos. Espero que quienes no hayáis tenido la suerte de coincidir con Michael Powell y Emeric Pressburger tengáis la curiosidad por acercaros a su cine, y para aquellos que ya sentís esta fe por su cine tan personal hayáis disfrutado de este pequeño recordatorio.

viernes, 9 de noviembre de 2012

15 motivos para ver el cine de Michael Powell y Emeric Pressburger: Parte 04

El sentido de la luz y el color es primordial en el cine de Powell y Pressburger. Está claro que sus films en blanco y negro tienen una fuerza heredada del cine alemán y ruso, pero es con la llegada del technicolor cuando su estilo cobra la autoría visual que asociamos a su arte. Y sin la figura Jack Cardiff, director de fotografía en technicolor de tres de sus películas más importantes, no sería posible marcar ese punto de partida en el uso de la fotografía que encontraremos en sus próximas películas. Están en estas tres películas, iluminadas por Cardiff, los siguientes motivos para ver el cine de Powell y Pressburger.

10 - El drama en la luz

A Matter of Life and Death (A Vida o Muerte) 1946

Un encuadre creado por Cardiff rara vez pasa desapercibido. La combinación de sombras, luces y colores llevan consigo tal carga dramática que junto a la puesta en escena de Powell y Pressburger  es suficiente para recibir la emoción y la idea del plano desde el primer fotograma. Las figuras en el espacio, las variaciones de información entre sombra y luz y el barroquismo visual son en conjunto los elementos para la construcción dramática de los planos. Es difícil olvidarlos y, aunque sean parte de un todo, cada uno de ellos es una pieza independiente en nuestro imaginario durante el visionado de la película.

11 - La naturalidad del espectáculo

Black Narcissus (Narciso Negro) 1947

Las composiciones, la luz y las texturas buscan el acontecimiento en cada nuevo encuadre. El cine sobrepasa a la realidad y busca en ese imposible de su naturaleza la naturalidad del artificio. Aceptamos lo ilusorio y dejamos que los cuadros nos subleven como parte orgánica del mecanismo visual. Es en su ausencia de espectacularidad, de maravilla, cuando sentimos que la narración cojea y que la fuerza gravitatoria de la pantalla ha perdido intensidad. Raras veces ocurre, al contrario, con cada película de Powell-Pressburger sabemos que no será un ejercicio pasivo, lo sublime del artificio nos estimula minuto a minuto, y ese es el motor para esconder bajo sus formas lo complejo de sus historias.

12 - Pintor de luz

The Red Shoes (Las Zapatillas Rojas) 1948

La luz de Cardiff, paradigma de los futuros iluminadores de Powell-Pressburger, se aleja de la luz natural y busca en la pintura su inspiración. La difusión de las luces, el uso del color, la suavidad en los rotros, los esquemas cromáticos de cada encuadre... vertiginosa técnica de Cardiff con un resultado sosegado, rico y a golpe de pincel. La magia del arte de Jack Cardiff es una marca más, una de las más importantes, que dan personalidad al cine de Michael Powell y Emeric Pressburger, incluso al final de la carrera de Powell seguirá presente esa influencia que dio tanta belleza a los riesgos formales que planteaban con sus atrevidas puestas en escena.

En el próximo artículo los tres últimos motivos: el riesgo, la sorpresa, el enigma. Una obra que perdura infinita en la memoria.