miércoles, 29 de agosto de 2012

Cine y juventud: El ilusionista (Sylvain Chomet)

En Les triplettes de Belleville su director, Sylvain Chomet, ya demostró que poseía un sentimiento amargo que combinaba extrañamente con la nostalgia y el humor. Lo que en su ópera prima eran excesos y carencias adoptó una forma impecable en su segundo film, la celebrada El ilusionista.

Alice mirando inocente lo que el capitalismo le ofrece

Como bien sabréis Chomet se sirvió de un guión no dirigido por Tati que dedicaba, dicen las malas lenguas, a su hija no legítima. Es más que interesante y malévolo lo que Chomet transforma de un acto de perdón y amor, la idea original de Tati, a un desprecio hacia las nuevas generaciones venideras encarnadas por el personaje de Alice, la joven que adopta en su viaje el viejo ilusionista encarnado por el mago que representa el personaje animado de Tati.

No es mi intención hablar de las muchas virtudes de El ilusionista, tanto a nivel filmico como en su técnica de animación, sino en centrarme en el personaje de Alice dentro de este conjunto de artículos de cine y juventud. Un personaje muy peculiar y que rara vez encontramos en las narraciones convencionales, mucho menos en una película de corte, en su piel de cordero, amable y cariñosa.

La joven Alice es inocente, pero a medida que avanza el metraje lo cándido se torna estúpido y lo estúpido irritante. Una juventud incapaz de pensar, de analizar el contexto y ser coherente con las dificultades de la vida. La magia es un sueño que solventa todos los problemas. Todo lo que la "niña" quiere (vestidos, zapatos, joyas...) es dinero logrado con sudor y trabajo por el viejo mago que se lo regala a Alice en un acto ilusorio, haciéndole creer que es de la magia de donde proviene lo material.

Alice pervertida por el consumo. En el sobre
el hartazgo hacia una juventud estúpida

El fin de un mundo de ilusión. Una generación que se desvanece como el letrero de un city hall apagándose en medio de la noche. Y el futuro... una juventud con un legado, un sobre lleno de dinero con una nota: los magos no existen.

1 comentario:

  1. Hermoso texto y película. La mirada marxista tiñe todo, pero es real todo lo que decís. Vos sabés que yo creía, y tal vez es mejor para mi recuerdo, que el cartelito final decía: "la magia no existe" . Creo que queda mejor. O a mi , me gusa más-

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