El sentido de la luz y el color es primordial en el cine de Powell y Pressburger. Está claro que sus films en blanco y negro tienen una fuerza heredada del cine alemán y ruso, pero es con la llegada del technicolor cuando su estilo cobra la autoría visual que asociamos a su arte. Y sin la figura Jack Cardiff, director de fotografía en technicolor de tres de sus películas más importantes, no sería posible marcar ese punto de partida en el uso de la fotografía que encontraremos en sus próximas películas. Están en estas tres películas, iluminadas por Cardiff, los siguientes motivos para ver el cine de Powell y Pressburger.
10 - El drama en la luz
Un encuadre creado por Cardiff rara vez pasa desapercibido. La combinación de sombras, luces y colores llevan consigo tal carga dramática que junto a la puesta en escena de Powell y Pressburger es suficiente para recibir la emoción y la idea del plano desde el primer fotograma. Las figuras en el espacio, las variaciones de información entre sombra y luz y el barroquismo visual son en conjunto los elementos para la construcción dramática de los planos. Es difícil olvidarlos y, aunque sean parte de un todo, cada uno de ellos es una pieza independiente en nuestro imaginario durante el visionado de la película.
11 - La naturalidad del espectáculo
Las composiciones, la luz y las texturas buscan el acontecimiento en cada nuevo encuadre. El cine sobrepasa a la realidad y busca en ese imposible de su naturaleza la naturalidad del artificio. Aceptamos lo ilusorio y dejamos que los cuadros nos subleven como parte orgánica del mecanismo visual. Es en su ausencia de espectacularidad, de maravilla, cuando sentimos que la narración cojea y que la fuerza gravitatoria de la pantalla ha perdido intensidad. Raras veces ocurre, al contrario, con cada película de Powell-Pressburger sabemos que no será un ejercicio pasivo, lo sublime del artificio nos estimula minuto a minuto, y ese es el motor para esconder bajo sus formas lo complejo de sus historias.
12 - Pintor de luz
La luz de Cardiff, paradigma de los futuros iluminadores de Powell-Pressburger, se aleja de la luz natural y busca en la pintura su inspiración. La difusión de las luces, el uso del color, la suavidad en los rotros, los esquemas cromáticos de cada encuadre... vertiginosa técnica de Cardiff con un resultado sosegado, rico y a golpe de pincel. La magia del arte de Jack Cardiff es una marca más, una de las más importantes, que dan personalidad al cine de Michael Powell y Emeric Pressburger, incluso al final de la carrera de Powell seguirá presente esa influencia que dio tanta belleza a los riesgos formales que planteaban con sus atrevidas puestas en escena.
En el próximo artículo los tres últimos motivos: el riesgo, la sorpresa, el enigma. Una obra que perdura infinita en la memoria.
10 - El drama en la luz
A Matter of Life and Death (A Vida o Muerte) 1946
Un encuadre creado por Cardiff rara vez pasa desapercibido. La combinación de sombras, luces y colores llevan consigo tal carga dramática que junto a la puesta en escena de Powell y Pressburger es suficiente para recibir la emoción y la idea del plano desde el primer fotograma. Las figuras en el espacio, las variaciones de información entre sombra y luz y el barroquismo visual son en conjunto los elementos para la construcción dramática de los planos. Es difícil olvidarlos y, aunque sean parte de un todo, cada uno de ellos es una pieza independiente en nuestro imaginario durante el visionado de la película.
11 - La naturalidad del espectáculo
Black Narcissus (Narciso Negro) 1947
Las composiciones, la luz y las texturas buscan el acontecimiento en cada nuevo encuadre. El cine sobrepasa a la realidad y busca en ese imposible de su naturaleza la naturalidad del artificio. Aceptamos lo ilusorio y dejamos que los cuadros nos subleven como parte orgánica del mecanismo visual. Es en su ausencia de espectacularidad, de maravilla, cuando sentimos que la narración cojea y que la fuerza gravitatoria de la pantalla ha perdido intensidad. Raras veces ocurre, al contrario, con cada película de Powell-Pressburger sabemos que no será un ejercicio pasivo, lo sublime del artificio nos estimula minuto a minuto, y ese es el motor para esconder bajo sus formas lo complejo de sus historias.
12 - Pintor de luz
The Red Shoes (Las Zapatillas Rojas) 1948
La luz de Cardiff, paradigma de los futuros iluminadores de Powell-Pressburger, se aleja de la luz natural y busca en la pintura su inspiración. La difusión de las luces, el uso del color, la suavidad en los rotros, los esquemas cromáticos de cada encuadre... vertiginosa técnica de Cardiff con un resultado sosegado, rico y a golpe de pincel. La magia del arte de Jack Cardiff es una marca más, una de las más importantes, que dan personalidad al cine de Michael Powell y Emeric Pressburger, incluso al final de la carrera de Powell seguirá presente esa influencia que dio tanta belleza a los riesgos formales que planteaban con sus atrevidas puestas en escena.
En el próximo artículo los tres últimos motivos: el riesgo, la sorpresa, el enigma. Una obra que perdura infinita en la memoria.
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