PALMARÉS DE L'ALTERNATIVA. NACER, DIARIO DE MATERNIDAD SE LLEVA EL PRIMER PREMIO. UNA HISTORIA PARA LOS MODLIN AL MEJOR CORTOMETRAJE, OH WILLY... PREMIO DEL PÚBLICO, Y EL PREMIO LOMOGRAPHY A THE WHALE STORY.
Como es habitual en mi suerte dos de las premiadas han sido dos de las pocas películas que no he podido ver por problemas de agenda, qué se le va hacer, son los inconvenientes de no disponer pleno tiempo para dedicarme a un festival. Igualmente la valoración que tengo del festival es muy alta, con una selección de películas en general interesante y de calidad. Alegra ver cómo los medios que se disponen para construir una programación se ajustan a una arquitectura de festival inteligente y bien diseñada. Una programación justa (de proporción en número de películas) que permite en una dimensión humana acercarse a la mayor parte de la selección de películas.
A continuación haré las reseñas del resto de películas que vi y que no les he dado un espacio todavía en esta crónica dedicada a L'Alternativa.
El Salvavidas (Maite Alberdi Soto) 2011
Más que un documental propiamente dicho tengo la impresión con El Salvavidas de ver un ejercicio. Un retrato, más o menos bien narrado, de un socorrista en una playa chilena. De factura impecable, una calidad de imagen y fotografía que podría parecer incluso excesiva, y una narrativa que abusa de los recursos de la ficción. Los montajes en paralelo, la guionización desmedida de la estructura en tres actos de los hechos reales, la construcción de arquetipos en los protagonistas... se ve demasiado ese dibujo pulido que en una ficción puede caber, pero que en un documental, al menos en mi caso, llega a molestar. Entretenido, bien realizado, pero no más que un buen proyecto que no deja poso después de su visionado.
Por ejemplo, Electra (Jeanne Balibar, Pierre Léon) 2012
Si a uno no le molesta ver a dos "artistas" creyéndose muy inteligentes Por ejemplo, Electra es un divertimento lleno de puntos interesantes. Para empezar el juego combinado con el cine siempre se agradece si se hace con astucia, y de eso no falta en los films de Balibar y Léon. La mezcla del texto teatral con lo cotidiano y con el desvarío funciona nuevamente permitiendo sobredimensionar todos los puntos en el momento que se interrelacionan. Personalmente disfruto mucho de esas salidas de tono, como cuando musicalizan la escritura de los e-mails, o los montajes siguiendo la continuidad de movimiento y contexto que recuerdan al cine de Maya Deren. El problema radica, si es que hay un problema -va muy a gustos y depende de las necesidades del espectador- en ese equilibrio entre tomarse enserio y la cero importancia de lo que se está haciendo. Secuencias excesivamente largas, "estupidez" intelectual que se agota rápidamente... resumiendo, un ejercicio interesante y ligero que no trasciende al ejercicio en si, pero que suscita la mirada sobre las posibilidades no "standard" que puede ofrecer las narrativas cinematográficas. Muy agradable.
Crulic, el camino hacia el más allá (Anca Damian) 2011
Poco me convence esta dramatización de la tragedia de un pobre rumano que se ve envuelto en una pesadilla kafkiana con la burocracia y justicia polaca. El guión está francamente mal planteado y parece que la puesta en escena y el montaje estén al servicio de crear (sí o sí) la duración de un largometraje, quizá para poder acceder a ayudas económicas de largometrajes del ministerio de cultura, no encuentro otra explicación para algunos recursos que abusan y sobrepasan su duración hasta límites incoherentes. A su vez, no es que tenga nada en contra de la animación económica y de bajo presupuesto, pero también me agota ver cine de animación sin animación, es decir, con la animación mínima para que algo se mueva en la pantalla, asumiendo por parte del espectador cada plano como una aventura para llenar tiempo fílmico haciendo malabares con la animación. Todo me aburre y nada me creo en esta historia manipuladora y simplista de una tragedia real, una historia que podría ser fascinante -seguro que la real lo es- y que en buenas manos permitirían hacer una gran película. Este no es el caso.
Hasta aquí este seguimiento por el festival de L'Alternativa. Os recomiendo en próximas ediciones tenerlo más en cuenta. Yo me encontraba en una situación de prejuicio pensando encontrar en exclusiva un tipo de cine (como recordaba en años pasados). Al ver en su mayoría la programación he descubierto una programa de películas amable hacia un espectador medio, y un conjunto de obras donde destacaría la calidad y las propuestas interesantes. Una muy buena edición. Hasta el año que viene, espero poder repetir.
Como es habitual en mi suerte dos de las premiadas han sido dos de las pocas películas que no he podido ver por problemas de agenda, qué se le va hacer, son los inconvenientes de no disponer pleno tiempo para dedicarme a un festival. Igualmente la valoración que tengo del festival es muy alta, con una selección de películas en general interesante y de calidad. Alegra ver cómo los medios que se disponen para construir una programación se ajustan a una arquitectura de festival inteligente y bien diseñada. Una programación justa (de proporción en número de películas) que permite en una dimensión humana acercarse a la mayor parte de la selección de películas.
A continuación haré las reseñas del resto de películas que vi y que no les he dado un espacio todavía en esta crónica dedicada a L'Alternativa.
El Salvavidas (Maite Alberdi Soto) 2011
De maestros y alumnos.
Más que un documental propiamente dicho tengo la impresión con El Salvavidas de ver un ejercicio. Un retrato, más o menos bien narrado, de un socorrista en una playa chilena. De factura impecable, una calidad de imagen y fotografía que podría parecer incluso excesiva, y una narrativa que abusa de los recursos de la ficción. Los montajes en paralelo, la guionización desmedida de la estructura en tres actos de los hechos reales, la construcción de arquetipos en los protagonistas... se ve demasiado ese dibujo pulido que en una ficción puede caber, pero que en un documental, al menos en mi caso, llega a molestar. Entretenido, bien realizado, pero no más que un buen proyecto que no deja poso después de su visionado.
Por ejemplo, Electra (Jeanne Balibar, Pierre Léon) 2012
Turistas culturales.
Si a uno no le molesta ver a dos "artistas" creyéndose muy inteligentes Por ejemplo, Electra es un divertimento lleno de puntos interesantes. Para empezar el juego combinado con el cine siempre se agradece si se hace con astucia, y de eso no falta en los films de Balibar y Léon. La mezcla del texto teatral con lo cotidiano y con el desvarío funciona nuevamente permitiendo sobredimensionar todos los puntos en el momento que se interrelacionan. Personalmente disfruto mucho de esas salidas de tono, como cuando musicalizan la escritura de los e-mails, o los montajes siguiendo la continuidad de movimiento y contexto que recuerdan al cine de Maya Deren. El problema radica, si es que hay un problema -va muy a gustos y depende de las necesidades del espectador- en ese equilibrio entre tomarse enserio y la cero importancia de lo que se está haciendo. Secuencias excesivamente largas, "estupidez" intelectual que se agota rápidamente... resumiendo, un ejercicio interesante y ligero que no trasciende al ejercicio en si, pero que suscita la mirada sobre las posibilidades no "standard" que puede ofrecer las narrativas cinematográficas. Muy agradable.
Crulic, el camino hacia el más allá (Anca Damian) 2011
Un guión y una dirección hacia la manipulación.
Poco me convence esta dramatización de la tragedia de un pobre rumano que se ve envuelto en una pesadilla kafkiana con la burocracia y justicia polaca. El guión está francamente mal planteado y parece que la puesta en escena y el montaje estén al servicio de crear (sí o sí) la duración de un largometraje, quizá para poder acceder a ayudas económicas de largometrajes del ministerio de cultura, no encuentro otra explicación para algunos recursos que abusan y sobrepasan su duración hasta límites incoherentes. A su vez, no es que tenga nada en contra de la animación económica y de bajo presupuesto, pero también me agota ver cine de animación sin animación, es decir, con la animación mínima para que algo se mueva en la pantalla, asumiendo por parte del espectador cada plano como una aventura para llenar tiempo fílmico haciendo malabares con la animación. Todo me aburre y nada me creo en esta historia manipuladora y simplista de una tragedia real, una historia que podría ser fascinante -seguro que la real lo es- y que en buenas manos permitirían hacer una gran película. Este no es el caso.
Hasta aquí este seguimiento por el festival de L'Alternativa. Os recomiendo en próximas ediciones tenerlo más en cuenta. Yo me encontraba en una situación de prejuicio pensando encontrar en exclusiva un tipo de cine (como recordaba en años pasados). Al ver en su mayoría la programación he descubierto una programa de películas amable hacia un espectador medio, y un conjunto de obras donde destacaría la calidad y las propuestas interesantes. Una muy buena edición. Hasta el año que viene, espero poder repetir.
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